Ensayo introductorio para entender la novela "El inquilino que me habita" de Carlos Peñon. Cioran, el suicidio como proyecto de vida Jairo Alberto Cardona Reyes En el presente trabajo trataremos de mostrar cómo el filósofo rumano Emil Cioran reflexiona sobre la idea del suicidio, la cual permite traer a primer plano el tema de la vida, pues sólo por aquel se pone en tela de juicio la importancia y la necesidad de vivir y nos lleva a repensar la existencia misma. Cioran estaba obsesionado con el tema de la muerte y el sinsentido de la existencia,de los cuales,afirmaba, no podemos liberarnos. La existencia, para Cioran, no tiene sentido, ya que no escogimos nacer, ante ella sólo nos queda la libertad y dos opciones: podemos elegir el suicidio o elegir el desafío. Dicho desafío es el que Cioran asume reflexionando sobre su propia muerte por medio de la escritura, esa propuesta que hace al distanciarse de algún modo de su deseo de muerte, convierte...
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Mostrando entradas de junio, 2014
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El inquilino que habita cada ser, no paga el alquiler cumplidamente, se niega pese a sus posibilidades a entregar algo que él cree descontado por el hecho de habitarnos; limpia el polvo de los rincones del alma, remueve la humedad del espíritu, riega las plantas del corazón, aceita las bisagras de las palabras y los actos, en fin, este inquilino se cree con el derecho absoluto de permanencia dada sus atribuciones, ¡pero basta ya! Toca reducirlo y arrinconarlo, llevarlo hasta la desesperación para que en acto conjunto se capitule racionalmente ante la existencia. Hollister de Boisregard. 1725-1789.
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De repente advierto, diagonal a mi mesa, una reproducción de un cuadro de Chagall, “ París a través de la ventana ” y siento que el mundo empieza a retroceder, mis pasos se devuelven a una velocidad inconmensurable, el bullicio de las palmadas, los días ufanos retornan en una procesión cuyas personas no sostienen un Cristo o una Virgen sino que me sostienen a mí, y me veo transitar en este cuadro, que en algún lugar y día se develó como una ventana hacia la dicha inmaculada de los primeros días. Capitulo 14, segunda parte. "El inquilino que me habita" París a través de la ventana. Chagall. 1913.
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Adelanto de la novela “El inquilino que me habita” próximamente en librerías 1 Mi quimérico inquilino [1] está zozobrando, sufre postrado en esa cama al no haber podido ejecutar bien su última voluntad, yo mismo voy hasta él, hurgándome en mis pliegues, escarbando en mis sentimientos, prolongando el tedio acompañado por los ruidos incesantes de mi cabeza; y lo veo tendido en esa cama fría y austera, me acerco y sus ojos espantados intentan huir llevándose el cuerpo con él, no obstante se percata de su contingencia y su grito enfermizo me atrapa, me introduzco por su boca abierta y vuelvo a salir, retorno al mundo, de nuevo huyo de las sombras de mí mismo. [1] El quimérico inquilino. Román Polanski. 1976
EL INQUILINO QUE ME HABITA
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